The act of naming is a radical gesture: it is the inscription of meaning into the fabric of the world, the fixation of something that would otherwise dissolve in the flow of eternity. It situates it, confers reality upon it, and makes it recognizable to others. In the moment we choose the forms to exercise this co-creative event, we invoke presence while affirming the existence of what, without that gesture, would remain unnamed, unrecognizable. The journey through “Words That Give Life” by Verónica Escalante positions us as explorers of this foundational gesture through the presentation of her own emotional map drawn from loss, genesis, and life—the three cores of the exhibition where poetry and painting inscribe a journey that spans from naming Being and delving into love to tracing paths of healing after experiences of loss and abuse. Through meticulous work with color, depth in the layering of her paints, and experimentation with texture, the artist's language materializes the subtleties of experiencing the vulnerability of inhabiting death from the womb itself while awaiting life; recognizing the body after the experience of abuse; exploring the consequences of emptiness; and co-creating with the divine and miraculous vibration of life. In the vaporous drawing of primordial waters, clouds, and the birth of the first mountains, the artist invites us to feel creation as more than a linear act, as a spiral of rebirths where experiencing life presents itself as a space of affirmation. The verses from poems written by Verónica, translated onto canvas as heartbeats, appear throughout the work as a reminder of how an infinite rhythm is sustained even in the face of the uncertain and the mysterious while giving life to the power of words. Here, to name becomes a song, a political declaration of love for living as a sufficient and complete action. Life is not just the sum of individual acts, but the capacity to coexist in a shared world. Verónica Escalante embodies this coexistence in compositions that celebrate continuity, the everyday, the extraordinary, and love. A writing that breathes, lives, and lies in wait. A way to insert ourselves into the world and keep meaning alive in the face of the fleeting nature of existence.  

Regina Tattersfield Y.

Exhibition Curator

El acto de nombrar es un gesto radical: es la inscripción de sentido en el tejido del mundo, la fijación de algo que de otro modo se disolvería en el flujo de la eternidad. Situarlo, conferirle realidad y hacerlo reconocible para otrxs. En el instante en que elegimos las formas para ejercer este acontecimiento cocreador, invocamos la presencia y a la vez afirmamos la existencia de lo que, sin ese gesto, quedaría en lo innombrado, en lo irreconocible. Iniciar el recorrido a las Palabras que dan vida de Verónica Escalante nos sitúa como exploradores de este gesto fundacional a través de la puesta en el espacio de su propio mapa afectivo trazado desde la pérdida, el génesis y la vida, los 3 núcleos de la exposición en los que la poesía y la pintura inscriben un viaje que va desde nombrar el Ser y ahondar en el amor, hasta trazar caminos de sanación después de vivencias de pérdidas y abuso. A través de un meticuloso trabajo con el color, la profundidad en la superposición de sus capas y la experimentación con sus texturas, el lenguaje de la artista materializa lo sutil de experimentar la vulnerabilidad de habitar la muerte desde el propio vientre mientras se espera la vida, reconocer el cuerpo tras la experiencia de un abuso, explorar la consecuencia del vacío y cocrear con la vibración divina y milagrosa de la vida. En el vaporoso dibujo de las originarias aguas, las nubes, el nacimiento de las primeras montañas, la artista nos llama a sentir la creación más allá de un acto lineal, como una espiral de renacimientos en los que experimentar la vida se presenta como un espacio de afirmación. Los versos de poemas escritos Verónica llevados al lienzo como latidos de corazones aparecen constantes en toda la obra como una advertencia sobre cómo se sostiene un ritmo infinito incluso ante lo incierto y misterioso mientras dan un lugar de vida a la fuerza de la palabra. Aquí, nombrar se convierte en un canto, una declaración política de amor por vivir como una acción suficiente y plena. La vida no es solo la suma de los actos individuales, sino la capacidad de coexistir en un mundo compartido. Verónica Escalante plasma esta coexistencia en composiciones que celebran la continuidad, lo cotidiano, lo extraordinario y el amor. Una escritura que respira, vive y se encuentra latente. Una forma de insertarnos en el mundo y de mantener vivo el sentido frente a la fugacidad de la existencia.

Regina Tattersfield Y

Curadora de la Exposición.